Como bien es sabido, la primera
ley de Newton (ley de la inercia) nos dice que cualquier cuerpo tiende a
conservar su estado de reposo o de movimiento uniforme y rectilíneo mientras no
actúe una fuerza neta sobre él. Dicha ley nos va a permitir analizar una escena
de acción de la película Lobezno Inmortal.
Para refrescar la memoria y
practicar un poco, vamos a empezar con una simulación que nos ayudará a
comprender de manera muy sencilla dicha ley. Deberíamos poder predecir que
ocurrirá al arrancar la camioneta, al frenar el autobús y al soltar la pelota. Consideraremos
que no existe rozamiento entre el bloque de hielo y la carrocería de los
vehículos.
La escena que vamos a estudiar es
una de las más espectaculares y corresponde a la pelea entre Logan y un miembro
de la yakuza
sobre un tren bala en marcha en pleno Tokio. Gracias al principio de inercia podemos entender
lo que ocurre en todo momento. Al igual que en la simulación anterior (eso sí,
estando rápidos con el botón del pause) también tendríamos que ser capaces de predecir hacia dónde irán cada uno de ellos
después de cada embestida.
Obviamente, si están agarrados (o
mejor dicho, clavados), ambos llevarán la misma velocidad (mismo módulo,
dirección y sentido) que el tren. Si os fijáis, cada vez que se sueltan,
retroceden hacia la parte trasera del tren. Según la primera ley de Newton,
deberían continuar con la misma velocidad y continuar su trayectoria volando por encima del tren. Pero como
hemos señalado, un cuerpo sólo conserva su estado de movimiento en ausencia de
una fuerza neta. Y en este caso, son varias las fuerzas que actúan sobre ellos y
que hacen que disminuya su velocidad con respecto a la del tren (la cual suponemos
constante). Por un lado hay que
considerar el rozamiento con el aire y, por el otro, el rozamiento entre sus cuerpos y la
superficie del tren. Como sabéis, la fuerza de rozamiento entre dos superficies,
por naturaleza, se opone al desplazamiento de las mismas. Por supuesto, también
tendríamos que tener en cuenta la fuerza de la gravedad, que es la que hace que
cada vez que se impulsan hacia arriba caigan de nuevo sobre el tren o la que
haría que, en caso de frenazo, acabasen en el suelo.
Para rematar, la canción dedicada al más outsider de la patrulla X no podía ser otra que el Wolverine Blues de los suecos Entombed.
Seguramente, tendríamos que pasar de la dinámica a la química orgánica para tratar de explicar esa extraña inercia a la que se referían Lagartija Nick allá por 1992.